En la ciudad, como paisaje construido, el tamaño, forma y función de los espacios, son a la vez productores y reproductores de los diversos procesos de formación espacial y relaciones sociales. Estas últimas, mediadas por los espacios particulares y propios de las ciudades, configuran a su vez comportamientos, creencias y significados que le otorgan un sentido singular. Es así como los sentidos de lo urbano están inevitablemente unidos a la condición de ser un espacio construido por el hombre, usualmente opuesto a lo natural y asociado a la civilización y a la modernidad.
Los estudios enmarcados en esta línea analizan las relaciones y procesos sociales y culturales que se establecen con, y mediados por, la cultura material que conforma a la ciudad: historia del entorno urbanístico, prácticas cotidianas de los habitantes de una ciudad en relación con sus viviendas y el hábitat, constitución del espacio público y su relación con la vida de los ciudadanos, relaciones entre lo íntimo, lo privado y lo público, etc.