La isla de Tierra Bomba es la mayor porción de tierra emergida que semi-encierra la bahía de Cartagena de Indias. Por su posición, tuvo un papel estratégico como escudo protector del principal puerto colonial de la Nueva Granada evidenciado por las estructuras y elementos militares que se encuentran sobre su territorio (Del Cairo, 2012). Así, parte de la actual población de la isla debió tener su origen en la mano de obra esclava empleada para la construcción de dichas fortificaciones coloniales (Arrazola, 1961). Dominada por bosque seco tropical y bordeada en sus costas por manglares, sus pobladores se han adaptado a las condiciones y recursos que les ofrece la isla para su supervivencia como por ejemplo, recolección de especies de mangle, pesca y agricultura.
El presente estudio, partió de una visita al corregimiento de Bocachica en la isla de Tierra Bomba en el año 2010, en donde se investigaron los componentes del paisaje marítimo. Para ello se realizó un inventario florístico y una caracterización biológica de los manglares, que fue enriquecida con el conocimiento local de sus habitantes. Además, el ejercicio estuvo acompañado por un recorrido juicioso entre los fuertes y sus ruinas. Estas primeras observaciones en campo, articuladas con una serie de cuestionamientos y conversaciones con otros investigadores a la llegada del viaje, arrojaron la pregunta de investigación del presente estudio: ¿Cómo un acercamiento multidisciplinar puede emplearse en la identificación de valores, significados, actores y oficios que demuestren que el manglar ha hecho parte de una multiplicidad de vínculos entre las personas que han habitado la isla?
Esta pregunta se abordó en primer lugar con cartografía y documentos históricos de la época colonial que permitieron interpretar valores de los manglares en determinados momentos históricos. Particularmente se confirmó la continuidad de estos ecosistemas en el tiempo y su importancia como sitios de estrategia y de defensa militar durante las guerras libradas en la isla a mediados del siglo XVIII. A continuación una cita extraída del Historial de Cartagena por Arrázola (1961) de una carta dirigida al Duque de New Castle escrita por E. Vernon en 1741: “Algunos de nuestros hombres, animados por el fácil triunfo, quisieron avanzar hasta el castillo de San José y algunas patrullas lo intentaron sin resultado, pues el terreno era tan desigual que caían en zanjones tan profundos que les imposibilitaba el avance. Este intento quedó sin realizarse y volvieron a los botes, mientras el castillo de San José seguía disparando sobre ellos, que, protegidos por los manglares, pudieron escapar sin pérdidas.”
En segundo lugar, se realizaron dos salidas de campo en el 2012, en donde se llevaron a cabo observaciones directas, encuestas semi-estructuradas y entrevistas abiertas para identificar valores, actores, oficios y vínculos contemporáneos entre los manglares y la comunidad de Bocachica. Con las percepciones recopiladas fue posible identificar la importancia de estos ecosistemas desde lo local, como por ejemplo, su uso dentro de la economía de subsistencia, su papel como reguladores del clima, de nutrientes y como despensa de alimento. Así mismo, representan valores simbólicos para sus habitantes y son espacios de recreación.
Por último, se realizó una caracterización etnobiológica de las especies de manglares presentes en el parche que colinda con el Castillo de San Fernando (Figura 1), a través de un muestreo estandarizados sin parcelas PCQM y varios recorridos con los nativos identificando nombres locales de las especies asociadas y sus usos. Con esto se encontró información para determinar los valores intrínsecos de los manglares como por ejemplo que son hábitat de especies en peligro de extinción (Tortuga carey: Eretmochelys imbricata) o amenazadas (pez loro: Scarus sp, iguana verde: Iguana iguana,) y su importancia ecológica como corredor de especies que transitan en la zona. Además se registró el conocimiento local y se identificó una actitud proteccionista hacia los manglares. “…Si te cortan los pies, ya no puedes caminar… si le mochan la raíz al manglar… se muere…” Esiquio Ospina, comunicación personal, ostrero de la comunidad de Bocachica
El principal aporte del presente estudio fue la metodología multidisciplinar que empleó herramientas históricas, etnográficas y ecológicas para identificar valores, significados y actores configurados en torno al manglar. Además, en el trabajo se mostró una multiplicidad de vínculos e interdependencias diferentes entre manglares y hombre que se han ido transformando entre las comunidades que han habitado la isla y, que al mismo tiempo han hecho que estos ecosistemas persistan a lo largo del tiempo.